Miguel Ángel Miguélez

Acuérdate del mar

 

 

 

 

 

Acuérdate del mar, del oleaje,

del beso de la arena, de la brisa

del tiempo que no espera y que, salvaje,

arrastra tras de sí por la cornisa

 

del olvido, del sueño azul al viaje

sin retorno ni fin. De aquella risa

colérica de días sin bagaje

y cabos por atar, y ve sin prisa.

 

Pues todo se termina a las primeras

de cambio y no seremos más, ni menos,

que aquello que ya fuimos una vez.

 

Por eso nuestras aguas son someras

en la costa y más hondos, y serenos,

nuestros rumbos camino a la vejez.