HÉROES DEL CAMPO
Honorables hombres de vidas austeras,
mutilan suelos de dureza indomable,
Sobre aquella altura de cumbres arables,
moldeando trenzan surcos enteras.
Sus manos de corteza áspera,
los dedos fundidos por el frío vendaval,
así rasuran a la mala hierba carroñera,
matojos de espinos que invaden el forestal.
Han de cuidar como rosas sus labranzas
con truenos y granizos deben lidiar,
luchan día a día ante las desesperanzas
y talvez hasta el último granos cosechar.
Hermanos de buena fe, corderos de Dios,
parecen olvidados, cargan sus penas;
sin quejas ni arrepentimientos, en sus ojos
muestran el reflejo de sus almas buenas.
Recios varones que exprimen sus fuerzas,
no quieren ni querrán rendirse al labrar;
y sus bellas mujeres, con las mismas fuerzas,
cocinando esperanzas, no se dejan quebrar.
Con la coca y llipta endulzan la amargura,
se desprende el sabor picchando riscada
Y con su infaltable chichita de jora pura
Celebran sus victorias de cada jornada.
Autor: LUÍS APAZA H. Alías: Corazón Bardo
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