Mauro Enrique Lopez Z.

15 años

Ya tienes quince años y, no quería verte 

crecer porque, siempre he deseado 

tenerte como mi niña consentida.

Ahora eres toda una señorita pero, 

estamos felices porque somos una 

familia gracias a tí. Desde que 

llegaste a nuestro hogar con tú nacer,

estás pegada en mi piel, es que eres 

sangre de mi sangre y, de tú madre 

también.

 Bendito sea el Señor por 

bendecirme contigo y, aprendí a ser

padre responsable con ternura, cariño 

y amor, para ti mi princesa Pierina, tus 

padres en tus quince años cumplidos.