Bendigo ese calor que me fascina,
anhelo el estrecharlo entre mis brazos,
sentir el frenesí de sus abrazos
y amarlo de la forma más genuina.
Entrega placentera que divina
no cree en el cariño que a retazos,
se pueda agazapar entre pedazos
en medio del quebranto y de la ruina.
Seduce lo más fiel de la ternura
que esplende en lo vital del desafío
y alcorza la esperanza en su ventura.
Cautiva esa ilusión que en el estío
renueva su alborozo con dulzura
y puede superar todo vacío.
Aimée Granado Oreña©
Gota de Rocío Azul