En la tierra de la abundancia, reina la pobreza ,
donde la riqueza se concentra, el hambre se expande.
Cesantes sin esperanza, futuros truncados,
mientras políticos corruptos se enriquecen sin medida.
Dictaduras que oprimen, corrupción que ahoga,
descontento social que hierve, sin salida ni voz.
Guerras que devastan, invasiones que desolán,
potencias extranjeras que explotan, sin conciencia ni ley.
Un pequeño país lucha por sobrevivir,
entre la ambición de unos pocos, y el hambre de muchos.
Valores que se pierden, en el abismo de la codicia,
donde la justicia se vende, y la verdad se silencia.
¿Cómo puede sobrevivir este mundo en ruinas?
¿Cómo puede prosperar, sobre la miseria y el dolor?
¿Dónde están los líderes, que nos guíen con justicia?
¿Dónde está la compasión, que nos una en solidaridad?
Es hora de despertar, de tomar conciencia,
de reclamar nuestros derechos, y nuestra dignidad.
Es hora de cambiar, de construir un mundo nuevo,
donde la igualdad y la justicia, sean la norma y no la excepción.