En el viento libre su espíritu danza,
Mi hija valiente, su fuerza no cansa,
Rebelde y tenaz, con un corazón tan noble,
En su mirada firme, hay un fuego indomable.
Desafía las normas, con paso seguro,
Enfrenta tormentas, con coraje puro,
Cada gesto suyo, es un grito valiente,
De un alma rebelde, fuerte y resplandeciente.
En su corazón late una dulce ternura,
Que abraza al mundo con amor y dulzura,
Aunque sea rebelde, su bondad no falla,
En su pecho arde una llama que no calla.
Sus ojos brillan con destellos de estrella,
Lucha por justicia, su espíritu no sella,
Valiente y audaz, no teme al destino,
En su nobleza, encuentro mi camino.
En su rebeldía, veo un alma sincera,
Un corazón valiente que al amor se aferra,
Mi hija, mi orgullo, mi luz y razón,
Rebelde y valiente, con un buen corazón.