María García Manero 🌸

Aquella tarde de lluvia

Tarde oscura, lluvia intensa,

amena conversación,

la chimenea encendida,

de fondo… aquella canción.

 

Una botella de vino,

muchos temas que abordar,

miradas que dicen mucho

hablándose sin hablar.

 

Fueron pasando las horas,

ya las palabras dormían

y nuestros cuerpos despiertos

sin tocarse se sentían.

 

Como el sol cubre los campos,

tu boca cubrió mi boca;

me estremecí como el río

cuando en el mar desemboca.

 

Dulce humedad de tu lengua

va descubriendo mi cuello,

mientras tus manos ansiosas

se aferran a mi cabello.

 

La lluvia intensa y curiosa,

era cómplice de aquello.

 

Seguiste por el sendero

que conduce hasta mi pecho

y en una danza sensual

llegamos hasta tu lecho.

 

Mis dos claveles floridos

se fundieron con tus dedos,

y se escuchó un dulce canto

entre gemidos muy quedos.

 

Yo te arranqué la camisa,

tú me quitaste la falda,

tus manos en mi cintura

y mis uñas en tu espalda.

 

Recorriste todo el mapa

que lleva hacia mis caderas,

y te envolvieron mis piernas

como dos enredaderas.

 

En medio de un remolino

fuimos relámpago y trueno;

océano de pasiones

entre púdico y obsceno.

 

Entonces cesó la lluvia

y fue testigo sereno.