Paco Pena

LAS RATAS...

He consumido mi reserva de ponzoña,
he vaciado la hiel que me amargaba,
malgastado mis palabras ofensivas
y perdido el rencor que me ofuscaba.

¡Cuánto tiempo! descuidado en aversiones,
¡cuánta rabia! apilada en mis inquinas,
las heridas siempre abiertas
y los afectos olvidados.

El paso de las lunas me ha devuelto la cordura,
ya no quedan cuitas en mi sórdido capacho
y el filo de los sables, ya enfundados,
sólo sirve para cortar mis arrebatos.

A las ratas... 
ni las cebo ni las mato,
paso de ellas, ignorando sus agravios,
pagando con indiferencia la vileza de sus actos.

Y ahora, vacunado contra zafios,
envidiosos y marrajos,
solo tengo oídos
para aquellos que no me han defraudado.