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Por el mar de los sueños, navego,
vasto océano de amor en templanza
donde tu sonrisa es el lucero
que guía a las olas en su danza.
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Cada amanecer, crece la brasa,
del sol que en tu mirar enciende el fuego,
mi corazón arde por tu amor que arrasa
toda la inmensidad de mi gran anhelo.
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Las sirenas de Ulises tienen celos,
tu belleza la tratan de esconder,
pero mi brújula fiel, sin enredos,
saber guiarme a ti, la razón de mi querer.
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En la isla de sueños que he forjado,
entre sueños e ilusiones danzantes,
hallé un tesoro que nunca había anhelado:
tu amor que brilla, en mis días constantes.
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Y así, en el mar de mi propia danza
encontré lo que buscaba el corazón:
no son joyas ni oro ni alabanzas,
sino tu amor, la esencia de mi pasión.
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Autor I.A.
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Sin métrica y con rimas facilonas, como corazón, razón, pasión, danza, templanza, pero poco a poco todo llegará.