Como niño traviezo, cuando combino mis versos pensando en ti, Siempre pienso en hacerte sonreír.
Si te digo que tienes unos hermosos ojos de avellana es porque los tienes, y complemento el verso con unas patitas de rana es para hacerte sonreír.
Cada mañana cuánto entra el sol en tu habitación, te imagino sentada algo pensativa y algo preocupada sin sonreir.
Por lo que te envío un verso diciéndote que dejes que sol y los colores del día y la ternura de la noche entre en tu espiritú, es para hacerte sonreír.
Eres aquella mujer de huesitos, piel y cabello qué imagino y preguntándome ¿por qué te cruzaste en mi camino? y en tu ser encuentro la respuesta, para hacerte sonreír.
No sé cuánto tiempo ha pasado enviándote versos e imagenes, algunas note gustaran, otras te enojaran, quizas algunas te han hecho sonreír.....