Del bosque en un rincón, nace un suspiro,
despierta los sueños que trae el Céfiro;
ceden las hojas ocres con la brisa
que al caer perfilan una sonrisa.
El sol se asoma, naranja y brillante,
sobre la arboleda, un verdor constante.
Las horas trovan el tiempo feliz
de mieles y vino añejo en un cáliz
El río azul salmodia su apapacho,
sonidos de aguas que fluyen de antaño.
Las piedras mudas guardan oratorias
de los andantes de viejas memorias.
Paso a paso hace camino el valiente,
por la senda del futuro latente;
camina sobre los lienzos de blancos,
sus huellas señalan óleos frescos.
En el cénit, donde el alma se eleva,
riela el lucero que siempre te lleva.
Escribe tu historia y hazla brillar,
que en cada verso la vida has de hallar.