Cada vez que te veo mi corazón con cada latido que da, se va volviendo más estúpido.
Cada vez que te veo se me hace un nudo en la garganta y mi voz quiere llamarte, pero el silencio la agarra para que no salga.
Cada vez que te veo, imagino las largas conversaciones que podríamos tener, sin embargo, todo se queda en una simple y estúpida mirada.