Probaré el colmo de tu vacío
Permíteme extrañar esa fatiga
En cada uno de tus precipicios.
Busco jadear en medio de tu alfabeto.
Solo quiero blandir la memoria
Que dejará de nombrarte
Y en mi boca podré rasgar el mapa
Que conduzca a nuestras exclamaciones
Más acá de los fluidos
Más allá de las palabras.
No fui sino el confidente de tus omisiones.
Obsesión, un pathos sin lengua,
Los vidrios desoyen aquel sudor
Se empañan los significados
Y cobran la herejía
De tactos que brillan por su ausencia
Quizá demasiado fríos
Para darle acción a los verbos
Camuflados en falacias
Que creímos vencer sustantivados hasta el infinito
Amplificados por la histeria del logos,
Sin siquiera permanecer imantados
Una vez tu carnal alfabeto comienza a modular
Para permanecer distantes, sin pronunciar entonces
La disonancia de nuestros mundos.