Eres fuerza serena en medio de la tormenta, una roca inquebrantable que resiste el tiempo y las adversidades. Como Tauro, llevas en ti la estabilidad de la tierra, firme y constante, siempre lista para nutrir y proteger. Te mueves con la seguridad de quien sabe lo que quiere, con pasos que nunca vacilan, guiados por una determinación profunda y silenciosa.
Tu corazón, cálido como el sol de mayo, es un refugio para quienes amas. Tienes la capacidad de crear belleza a tu alrededor, de transformar lo simple en extraordinario. Eres paciente, pero también imparable cuando te propones algo; nadie puede cambiar tu rumbo una vez que has decidido avanzar.
Amas con la intensidad de quien valora lo verdadero y lo duradero. Y aunque a veces te envuelvas en la calma, dentro de ti hay una fuerza indomable, una pasión que arde como el fuego escondido bajo la tierra. Te aferras a la vida, a tus sueños, a tus seres queridos, con una lealtad inquebrantable.
Eres mujer de voluntad, de constancia y de amor profundo, capaz de construir y sostener lo que otros solo sueñan.