Los susurros se entretejen con el deseo
Sus manos expertas exploran mi piel
despertando fuegos que arden sin tregua
en el éxtasis de un encuentro fugaz
donde cada gemido es un verso que se anuncia.
Su mirada intensa desnuda mi alma
en el vaivén de pasiones que dan color.
En la oscuridad, el deseo se convierte en poesía,
entre suspiros y caricias que no se olvidan;
usted y yo somos cómplices del placer...