Patricia Aznar Laffont

No Esperé

No Esperé que la Sangre

Arrugara.

No Esperé que la Savia fuera Agua.

No Esperé que las Sanguijuelas del Alba

Padecieran los Despojos del Alma.

No Esperé que el Sol me Negara.

No Esperé que la Noche 

se Hiciera Fantasma.

No Esperé que el Amor Llegara

y que en Pabilos Apagados Llorara.

No Esperé el Mediodía Soñado.

No Esperé la Muerte Anunciada

Y en la Negra Negrura 

de una Noche de Murciélagos Alados

No Esperé que el Olvido,

la Ausencia,

las Sombras,

el Desgarro,

El Fervor del Día Agitado,

En Ladridos, Aullidos

Llegara.

 

(Patricia)