EL COCODRILO
Un cocodrilo dormía
junto a la orilla del río
Y la piraña Sofía
lo despertó con tal brío
que sus grandes y oscuros ojos
el cocodrilo movía.
Así la piraña Sofía
al son de una vieja trompeta
cantó con la rana Julieta
la canción que tanto quería
el viejo pulpo Martín
mientras tocaba el violín.
Y las gaviotas vinieron
de tanto alboroto escuchar
la voz del gran cocodrilo
sus grandes hazañas contar:
¡Advierto que por mi boca
soy cocodrilo dragón!
¿no ves, Piraña Sofía
que mi canción se disloca
cuando Martín y Julieta
en música torpe y loca,
invocan un nubarrón?
Entonces el pulpo Martín
molesto detiene el violín
mientras las bellas gaviotas
consuelan a la rana Julieta
que no para de llorar.
¿Y por qué te enojas tanto,
cocodrilo del espanto?
Insisto se callen todos
pues viene un gran nubarrón
el cielo se ha puesto muy negro
y no hay conjuro ni canción
que calme mi furia y pasión
Yo soy el trueno y el rayo
¡Soy cocodrilo dragón!
E.D.A