estoy
siete millones
veintiún mil
novecientas
setenta y un veces
loco
y de remate
y esperando
el palmo sideral
que me atornille
el mate
que de
ciento diecisiete
millones
novecientos treinta
y seis mil
novecientos
sesenta y un
baches
a tu empeño
está medio rarito
y con sueño.