Dedo Acusador
Kilómetros de asfalto.
Un auto que se frena,
como a veces se frena el amor,
en la noche serena.
Luces como estrellas,
grabadas en mi retina.
Voy con mis miserias,
con mis restos del ayer.
¿Qué me queda?
Después de tantos kilómetros
de andar,
por la carretera,
con el auto,
que se detiene.
Como a veces se detiene el amor.
Entre los aromas de la noche,
¿y las luces?
Van quedando en mi mente.
Contando todo del ayer.
Quizá nada queda.
Al costado,
¡hermosa plaza!
¡De Río Cuarto con su bello cu cu!
Me vienen los recuerdos
y nostalgias,
Invaden sueños de fotografía.
Con familia, amor.
Y sigue mi viaje,
en ese trayecto.
Llegó al Pueblo de Colón.
Provincia de Buenos Aires.
Hermosa plaza Colón.
¡Tantas veces nos viste reír
y correr entre tu plaza!
Como dos chicos,
dos adolescentes jugando al amor.
Pero sigo como la ruleta.
La vida sigue su viaje.
Y se va transportando.
Como un proyector,
un panel,
de diapositivas van cayendo
mis imágenes.
Cuando voy llegando al pasaje,
¡arena!
Pasaje arena,
que tú tantas veces me viste cruzar
lleno de alegría y felicidad.
Hoy me voy a encontrar, con mi pasado,
mi dolor.
¡Quiero volver
a despojarme de estas sombras!
Este ardor que me quema.
¡Quiero volver!
¡A desprenderme de estas miserias!
Volver a ser quien era.
A tener mi integridad.
A poder volver a amar.
Poder volver a sentir.
Sin ser condenado.
Por esta sociedad.
Esta sociedad que en parte,
te digitaliza
Con el dedo.
Esta sociedad que te condena.
Por lo que sos
Nunca te dejan ser.
¡Siempre van a encontrarte!
¿Algo para criticarte?
Siempre habrá algo para critica,
una sombra que se extiende,
un juicio que se pronuncia,
un dedo acusador.
Pero yo sigo,
con mi miseria y mis sueños,
buscando un camino,
un lugar donde ser yo mismo,
sin miedo al qué dirán.
Autor: Antonio Pais