Aunque tu mirada vacía provoque dolor
Y tus manos quemen mi corazón,
En esos labios hay una dulzura que somete mi calma.
La silueta de tu cuerpo atrapa mi alma
con una voz que susurra una dulce melodía
que me mira, que me aparta
que usa el tempo para marcar nuestro final.
Observa el caos sin pensar
¿Dónde quedó el hilo atado a mi voluntad?