FRANCISCO CARRILLO

un día...

Triste el deseo que implora

la mañana, sin su sol

agonizando de amor

muere la noche, a sus horas.

 

Nace el día, cual bebé

con su mirada curiosa,

y a mitad de amanecer

la adolescencia le toca.

 

Que la existencia de un día

parece ser que sea poca

llegando el atardecer.

 

Que se muere y renacida

con la luz, cuando no sobra

nos llega el anochecer.