No se hable más
Por raíces
un par de zapatos resecos
para la incertidumbre emboscada,
que venga descalzo setiembre
para familiarizarme
con la voz sesuda
de un trabalenguas lenguaraz
el sedoso té
y su mar de la tranquilidad
como peonza,
el crimen perfecto
de la infamia solapada
en el eco del síndrome de la habana,
el sosiego
de marca desconocida
en las farmacéuticas,
la sonrisa deforme
de tu cosecha
de rosas,
la violencia suelta
de los objetos
porque tengo recursos
para saciar mi fallecimiento
en bolsas muertas
de caballos negros,
la voz prometeica de los sueños
con los que envejecer,
única vacuna contra el espejo
que es la vida coral
de los hombres,
recuerdos a la carta
porque tampoco estaré aquí
para siempre,
los locos borrachos
teatralizan la misma verdad
o lo que es igual
han aprendido a mentirse
por su propia supervivencia.