Troncos de arboles
parecen minúsculos
caen diseminados
abren la puerta infinita
a un caos sin fin
como el oxido
carcome los días metálicos
como la llegada cierta
de tu último día.
Algunas manos
hilan tempestades
quiebran los caminos del viento.
El tiempo
fluye como un rio desbordado
a nuestros pies
se pierde con la muerte.
Queremos saltar y escapar
Encontramos un abismo
túnel disfrazado de refugio
camino corto al desastre.
Atrapados
buscamos respuestas
entre la niebla
el tiempo es tan finito
como la última oración
en tu íntima claridad.
La luna circula sin luz
hay una cicatriz entre estrellas
manos en silencio
juegan al caos
como un virus suelto
en la brecha del alma.
El tiempo se quiebra
como ramas secas
el futuro se enreda
como raíces sumergidas
y el susurro de las hojas caídas
encuentran el presente
dormido como una trampa
en la red abierta del caos.
El tiempo en cada mano
se rompe como un cristal
excepto en otras manos…