V...

El día que te fuiste

El día que te fuiste

lo supe en el instante. 

De alguna manera,

te sentí divagando

en los fríos pasillos

de este templo,

donde el eco de tu nombre

se perdió en el vacío incierto.

 

Y, sin darme cuenta,

una luz más

viajó al ignoto paraíso,

como una estrella que implosiona

y se disuelve en el horizonte del tiempo,

para jamás volver. 

 

¿Dónde estás?

Que no logro verte.

¿Dónde estás?

Que no logro sentirte.

 

Te busco en la luz de la luna,

en el murmullo de la noche, 

pero no logro escucharte.

 

Y, sin embargo, 

en el rocío del amanecer,

tú esencia acaricia el viento.

Quizás,

en el espejo de la luna,

en el destello del sol,

encuentre un reflejo

de ti...