Dos besos antes del adiós
al oxígeno y a las flores
a las nubes y a los juegos que inventamos
al fuego y a la lluvia
al viento y a la ceniza
al tren de las 4 y a su poema de amor
al niño y al barro
a la tristeza redonda
como lágrimas de vidrio en sus ojos
uno en los labios
para probar la última gota de sangre
otro en la frente
para sellar benignamente
la memoria del sentimiento
de la vida de la niñez.
HuGóS | 9-20-2024 | 9:18 p.m.