La costumbre soledad me idealizaba,
Predisponia mi respuesta negativa.
Pido enormes disculpas a las visitas
Al no recibirles con té y galletitas.
Bienvenidos sean todos a mi casa.
Cualquiera con llave a su alma pasa.
Aquéllos que miren con los ojos,
No hallaran cómo abrir los cerrojos.
Bienvenidos sean todos a mi hogar.
Por favor, zapatos en el corredor,
No porque algo puedan ensuciar,
No; es que aquí preferimos volar.
A veces carecemos de confianza,
Nos empachamos de inseguridades,
Y aunque a veces duele la panza
Los tacos siempre van con salsa.
Aunque a veces quema el estómago,
Así olvidamos el ardor del corazón.
Aquí los tragos sólo son amargos,
Los días son cortos, los llantos largos.
No se espanten, aquí no hay fantasmas,
Los ruidos vienen de arriba, son pisadas,
Patadas de traición de los sin verguenzas
Que decían amarnos y nos pasaron encima.
No se desgasten, no van a encontrar cereal.
La despensa siempre estará vacía y oscura,
Ejemplo de semejanza entre mi vida y la casa.
Aquí la comida es insípida, nada sabe igual.
Cambió mi sazón al cocinar todo sin sal,
Al menos le llego a gustar a soledad,
Tanto que a diario me acompaña a cenar.
¿Por qué ni siquiera ella me acompañaría a bailar?
Hay 3 reglas inquebrantables en mi hogar.
Primera. No juzgamos. No criticamos.
Nos disponemos. Escuchamos y Entendemos.
Prácticamente no pensamos... Sentimos
Segundo. Los lunes está prohibido quedarse dormido.
Ideas de suicidio los dias Miercoles, Viernes y Domingo.
(Sin llorar) Se permite a diario la depresión y ansiedad.
Será acreedor a estos permisos solo aquel que no se rinda... Que luche siempre.
Tercero. No importa si tienes frío, si te sientes triste o vacío.
cansado de los demonios que duermen contigo
No importa que tan dura y hostil estuvo la noche.
Amaneció. Hay luz, hay un nuevo día.
Ahora sal, intentalo... Todos podemos volar.
Bienvenidos a mi espacio, mi santuario.
Hogar de mi imaginación y esperanza.
Bienvenidos a un sitio extracotidiano,
Lugar donde sentimos, luchamos y volamos.
Bienvenidos sean todos...
A mi poesía