Me cuesta imaginarte
cuando no te veo.
Sin abrazos
podrías convertirte
en un fantasma.
Si en tus planes no entro
es como si ya me hubiera muerto.
La distancia sera tan efímera
como queramos que sea.
En la mesa del esfuerzo
el amor son partidas de tute
perdidas.
Cuando se vive
sin deseos
ni sueños
se corre el riesgo
de que lo vivido
se transforme
en pesadillas,
de muertos.
Lo que escribo
me lo digo a mi mismo.
Soy un loco
gritando al vacio:
¡Al final solo hay ecos!.