El Corbán

RISAS AL AMANECER

Con la bruma suave que anuncia el día,

mi amor te despierta, pequeña mía,

un beso en tu cuello, tan leve y travieso,

y en tus labios surge un rayo de risa.

 

El cosquilleo dulce, suave despertar,

te arranca sonrisas, no puedes parar,

y al verte reír en la primera luz,

mi corazón se llena de amor sin final.

 

Tus carcajadas son música en el viento,

un himno tierno que me envuelve lento,

y en cada mañana, al sentir tu calor,

me brota en el alma un río de amor.

 

Te miro, pequeña, entre risas y sueños,

y sé que en tus ojos, aún tan risueños,

se esconde el encanto de cada alborada,

que con besos despierta, entre risas doradas.

 

Que nunca termine este dulce ritual,

de verte reír en la luz matinal,

y cada mañana, con ternura infinita,

despertar tu sonrisa, que al mundo incita.