Qué te puedo decir, Ninfa,
que tus caderas no sepan,
a qué cielo te he de raptar,
volando,
bañada de orgasmos.
Contigo no funcionan
las palabras vacías, baratas,
conoces muy bien todas las filosofías,
y los conjuros secretos de la lujuria,
sabes, en verdad, mujer,
que el tamaño de tu deseo
es la medida de todas las cosas.
Entonces, qué te puedo decir,
que por mis ojos no sepas,
si yo soy el que te gozas
en tus fuentes de placer, secretas.
Alexander Elías2024
#perversioncitas