(Soneto tradicional)
Escóndeme de mí, de mi locura,
del sol que agobia presto mi talante,
yo que habito la sombra más tajante,
Escóndeme en tus faldas con premura.
Ay de mí, si me encuentra la bravura,
distraído en la letra; fiel amante.
Y entonces, ¿qué será mi voz sangrante?
Mas que tinta oxidada en la blancura.
Te pido, por favor, que no me vean
ni siquiera mis ojos mentirosos,
pues ellos son proficuos, alardean…
Escamotean brillos jubilosos.
Ay de mí, si me encuentran y rodean.
Escóndeme en tus brazos luz.., piadosos.