en una vereda suprema,
muto los sentimientos salados,
por sonrisas,besos, cuentos y halagos,
y los comparto con otros huesos viajeros,
mi masa corpórea, mi vivencia histórica,
saluda a todos con gran devoción,
queriendo, añorando, y hasta pidiendo,
revivir pasajes de buena ocasión,
y al decir a mi espejo, con gran lozanía,
lo que nunca pude siquiera pensar,
mientras doy esencia, me miento a mi mismo,
soy mitad sagrada,
de este mi viajar,
porque todos llevan,
en su haber andando,
un paso sin ritmo,
una forma de mandato,
un camino sagrado
entre candilejas...
una búsqueda programada,
y al encontrar,
entre tanto y tanto,
se hace realidad,
esa luz que se imagina,
ya no mas mitad será el camino,
pues serás mi vida,
y yo ... tu destino