El eco de una voz que se apaga,
los bordes de un infinito,
los extremos que se tocan,
la muerte que con vida haya calma.
Un estruendo que vibra sordo,
las paradojas se concilian,
mis lágrimas me dejan seco,
el amor sin una pizca de drama.
Una obra sin actores y sin voces,
la oscuridad que alumbra mi camino,
lo más absurdo ahora encaja,
yo sin ti y tu sin mi.
Lo imposible sucede,
sino te encuentro
me vacío de lo lleno
si lleno aún, me siento vacío.