cometita

———

No pienses que no te llamo,
pero no hay respuesta por más que te hablo y te hablo.


No puedo evitar pensar que esto no pasaría si estuvieses a mi lado.
Intento no aferrarme pero no paro de imaginarlo.


Mis manos intentan dejar de alcanzarte,
pero mi cuerpo reacciona a tu nombre casi por reflejo.
Camino por la calle y mi mirada te busca al instante.
Me siento tan perdida y ni siquiera puedo pedir tu consejo.

 

Quisiera ir a verte.
Desearía poder tenerte,
abrazarte tan fuerte
y el color devolverte.

 

Que tú vuelvas a mirarme,
yo entre mis brazos sostenerte,
decirte que no deje de quererte
y sentir tus manos tocarme.

 

En mi fantasía me mirarías y sonreirías, como lo hiciste aquellas noches veraniegas.
Y por fin te acercarías y mi cara tomarías,
y susurrarías en mi oído alguna tontería.

 

Nos reiríamos juntos y por fin te diría  
que me hiciste tanta falta,
que nunca podrías dejar de dolerme.
Que tú eras aquella pieza faltante,
y que es imposible para mi dejar de desearte.

 

Y tú no me hablas porque sabemos que no es necesario;
que las palabras son tan buenas que basta con sentirlo.
Este momento que compartimos es tan extraordinario,
que aunque tus labios me hablaran, no sería capaz de oírlo.

 

Y una vez que me doy cuenta, no hay nada que quisiera más que estar muerta.

No hay ninguna forma de ocultar mi padecer, que a mi lado ya nunca te tendré.