Juan Sebastian Mena

Abstracto II

 

 

Vi a lo lejos la silueta de tu cuerpo delgado, el eco de un suspiro envuelto en un brinco infantil.

Tu franela, tu abrigo de botones y tu aroma femenino rebosando el rincón de lo finito. Tu, con ganas de un amor taciturno, yo, con ganas de un amor inmarcesible. 

Tu ojos fijos reposaban en mi rostro, tu sonrisa esbelta sacudía cada latido de mi leal corazón, invadiendo cada suspiro por un agitado nervio. 

Yo, un cisne con aires de gloria, realeza y casi perfección, tu, gitana, incomprensible, indiferente, te marchas por el sendero de dónde vienes, al final es un pensamiento, no un sentimiento. 

El cierre del encuentro se termina con un cálido abrazo, la lluvia cayendo, para luego convertirnos en desconocidos, no eres perfecta, no, eres incomprensible.