Lucía te quiero
y lo gritaría a los cuatro vientos.
Haría lo imposible
por volver a verte.
Cada día sueño con tus ojos,
con unir nuestros labios,
con descubrir tu cuerpo,
con dormir acurrucado
en tus rodillas
mientras me das caricias.
Pero, perdóname por mi timidez
y por mi estupidez
fruto de lo nervioso
que se pone un enamorado.
Algún día volveremos
a vernos los dos
ya sea en Areatza,
en Úbeda o en Sevilla
y nuestras almas
se volverán locas.
Eres la melodía
que enloquece y agita
mi desventurado corazón
y nubla mi razón.
Llegará el día,
seguro que llegará.
Nuestras almas
están destinadas
a estar juntas.
Espérame Lucía