Heme aquí, familia y amigos, en la travesía de cumbres que atisban la altura de la vida y la cercania al cielo.
Llegar a esta edad de la mano de Dios es el milagro de la vida que tiene en la gratitud la respuesta a todos los que han estado en las buenas y en las malas de una existencia heterogénea, siempre firme, luchando y con las ganas de abrazar el norte y el esplendor de un nuevo día.
Hoy, dos dias despues de mi cumpleaños 71, siento una mescolanza de sentimientos que indican que debo sentirme orgulloso de los pasos, decisiones, logros y experiencias acumuladas al servicio de la gente.
Puedo decir en este instante que he cumplido, admitiendo errores, y que en el trecho que me falta por recorrer, haré lo imposible por honrar lo pendiente.
Con Dios y Él conmigo. Somos el credo obrando y se que me deparará un mejor porvenir para cumplir la agenda planificada, que es larga y tendida.
Soy hombre de fe y por ende, ando en su senda enarbolando con longanimidad y ferreo afán, sueños y utopías.
Gracias familia y amigos por sus testimonios de amor en tiempos en que necesitamos más humanismo para ser mejores personas.
Heme aquí, emocionado y agradecido por siempre, colmado de bendiciones y anhelos para transitar los briosos vericuetos del camino de la existencia humana.