Sofocación
En esta noche de grillos que hieren al silencio,
de nubes peregrinas que circundan y cielo sin estrellas,
esperamos el frescor de la lluvia que anuncian sapos sin paraguas
arriesgándose a las ruedas y a la tierra seca.
En este ahogo húmedo que se resiste al agua
yo atesoro una alabanza ya sedienta y anhelante
y otras celebraciones para festejar las gotas,
por qué no con asueto a la opresión del aire.
Y parece que si. Pero parece que no.
Y de golpe, cuando el sueño era ya una deuda
que pagarle al cuerpo, con moneda de tregua y de descanso,
y gracias al auxilio de algún antiguo dios piadoso,
una luz troza el cielo en mitades
y a algo… un árbol… qué sé yo, y todo se estremece.
La lluvia transparente ha llegado
y colorea la noche con su música de techos
y charcos que se crían en los cóncavos del patio.
Entonces sí, levanto las manos.