Susurra el viento ecos lejanos del ayer,
la tarde se desvanece en la bruma,
nace un suspiro, renace el recuerdo
en mi memoria, sombra taciturna.
Recuerdos que van y vienen,
vuelven la extrañeza,
la soledad y la monotonía
a las que el alma se ha rendido.
Se van hilando las nubes,
testigos silenciosos de lo vivido,
en aquellas trasnoches,
donde la nostalgia, fiel amiga,
me abrazaba en su manto.
Llora la noche con astros que se apagan,
solitarias estrellas vagan
en su vasto espacio, sin rumbo,
como mi corazón errante.
Soy un transeúnte en tu historia,
un personaje que el tiempo olvida,
vivo de sucesos y recuerdos
que se desvanecen en la bruma.
(Suspiro)
A esta noche que muere
junto a mi corazón marchito.