Tus ojos negros, redondos, grandes, aceitunados;
que entregaban alegría a quien mirabas.
Tus ojos negros, brillantes llenos de vida;
que daban luz y armonía a todos.
Tus ojos negros, intensos y perspicaces;
Que reían cada vez que bromeabas a tus nietos.
Tus ojos negros, que con el tiempo se fueron apagando;
pero nunca dejaron de brillar.
Tus ojos negros, uno natural y el otro biónico;
como te gustaba bromear.
Tus ojos negros, que un día se apagaron y dejaron de mirar;
porque te fuiste y no volverás.
Tus ojos negros, se cerraron para siempre;
ahora nos ves desde el más allá.
Tus ojos negros, ya no los veremos más;
Pero en nuestros recuerdos no los vamos a olvidar.
Tus ojos negros…
Hasta siempre querida mamá.