De aquí puedo oler tu perfume,
necesaria en el silencio
en esas horas frágiles
cuando me hablas y cuando callas.
No sé si hay quien como tú
que mejor me fue tan fiel y leal
que mejor me amó de verdad
en esos «caminos de vida».
Algo celosa cuando viene otra
posesiva verdad y muy honesta
cuando no la quieres
junto a mí.
¿Qué no daría por ti, S-o-l-e-d-a-¿
Hiciste de mí un extraño,
un doble consigo mismo
en ese ciclo del olvido.
No sé si eres libertad
cuando nadie te espera,
o si eres madurez
cuando se sabe lo que eres.
Tal vez, tú fuiste lo todo
lejos del mundo, te miro
y entre ellos, te extraño
es todo un pacto semiótico.
Tal vez porque ya no soy como antes
o, a lo mejor, como antes, ya no soy.
Es como encerrarme y abrirme
a una versión de ti que copia no sea.
Droh Joël Arnauld Keffa