No podemos cambiar
lo que ya está definido,
que un niño puede ser niña
es algo muy pervertido.
Un niño no tiene la madurez
parar tomar decisiones
y debemos dejarlo crecer
sin trabas ni interrupciones.
Un niño es un ser indefenso
y además muy inocente
y los adultos no tienen
porque corromper su mente.
La libertad del ser humano
está en el libre pensamiento
y para corromper a un niño
no debe haber consentimiento.
Existe un plan mundial
para destruir a la familia
y los que no estamos de acuerdo
viviremos en vigilia.
Dios creo al mundo
con femenino y masculino
y el que no esté de acuerdo
que decida su destino.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,07/06/2024