Nada ni nadie sabrá
lo que hay en mi corazón,
esa divina ilusión
que jamás se pasará;
nada ni nadie querrá
conocer esa razón,
resolver esa cuestión
que en mi mente siempre está;
solamente yo sabré
esa guardada verdad.
ese loco frenesí;
esa luz que mantendré
por toda una eternidad:
con la que siempre viví...