ElidethAbreu

!!Oh, Dios de Israel!!

 

  !!Oh, Dios de Israel!!

 
 
 
Háblame, Dios poderoso, desde tu trono celestial
con tu voz que mueve montañas, con tu poder sin igual.
Guíame en la senda justa, dame tu luz y tu paz
en este mundo incierto, sé mi guía y mi compás.
 
Háblame en el susurro del viento, en el murmullo del mar
en el canto de las aves, en el brillo del lunar.
Que tu sabiduría eterna ilumine mi razón
que tu amor infinito llene mi corazón.
 
Háblame en la tormenta, en el rayo y el trueno
en el silencio profundo, en el cielo sereno.
Muéstrame tu grandeza, tu gloria sin fin
hazme sentir tu presencia en todo lo que hay en mí.
 
Háblame, Dios poderoso, en cada amanecer
en la risa de los niños, en el atardecer.
Que tu palabra viva me inspire a ser mejor
que en cada paso dado sienta tu inmenso amor.
 
Háblame en mis sueños, en mi despertar
en mis días de júbilo y en mi pesar.
Que sea tu voz mi guía, mi fuerza y mi fe
háblame, Dios poderoso, Señor de Israel.
 
 !! Imploro
Oh Dios
Necesito
Escuchar
Tu 
Voz!!
 
 
 
Hacer ruegos, plegarias y peticiones a lo alto es frecuente cuando enfrentamos un problema o como ejercicio de fe y esperanza. Participando en  un grupo foco para tratar problemas familiares, donde una mujer narraba una historia de vida. Shira, una joven de Jaffa ( Yafo) en Israel, fue entregada por su padre a un soldado Americano a fin de salvarla de los conflictos de la zona. Al llegar a Estados Unidos, se establecieron en California y formaron una familia, ella guarda fielmente sus creencias y cultura y su esposo decide un retiro temprano de su carrera por lesiones sufridas y secuelas mentales, y se va por tres meses a India, donde aprende sobre sanar y reinventarse, a su regreso hace cambios en su vida, alimentos y enfoque, ahora ella dice creer estar casada con Gandhi y enfrenta conflictos con las creencias sobre el Universo y otros aspectos de la nueva vida del esposo como meditar y estar en silencio profundo.
Una de sus frases favoritas y que repite en su narrativa es : Oh, Dios de Israel al igual que el saludo Shalom.
De esta evento surge el poema, que es una plegaria nacida de conflicto familiar e imagino que Shira habla con el Dios de su pueblo de esta forma.