Juana Zoe

No lo vi venir

Las sombras se esparcen

en nuestro dormitorio roto,

marchando por callejuelas 

que recogen las cenizas.

No, no lo vi venir,

no vi tu huída a otro jardín,

a pesar de la mirada ausente,

y esos besos antes constantes,

que contaban pocos ahora.

No, no lo quise ver,

porque yo aún te respiraba,

nadando en tu piel desnuda

cada segundo que me arrimaba.

En las noches frías de añoranza,

entre brumas de lágrimas,

desaté mi amor por ti

entre espinas de rosas rojas.

 

            Juana María Fernández Llobera