Vagando en el ensueño un sueño se quedó,
Pasó tanto tiempo que Morfeo lo encontró;
Se puso nostálgico cuando recordó:
Que era aquél el consuelo que me mandó;
¡Oh, pobre mensajero onírico!, lloró
Al ver inconclusa su misión, abandonó.
Aquella juventud agridulce terminó,
Y me quedé solamente con el dolor.
De las desilusiones una flor ha brotado
Junto a los anhelos de un abnegado.
La realidad fue tan cruel que me despertó
Y mis sueños perdieron su valor,
El peso de mi mundo me ahogó.
Aquella luz que me iluminó, se apagó;
Los días fueron noches, noches sin color,
Y las personas fueron bruma que se esfumó.
¡Oh vida!, vida mía que me ha olvidado,
Dame un poco de paz que he anhelado,
Devuelveme la vida que estoy cansado
De vivir sin cumplir lo soñado.