Te Mereces Leer

Espera

En el umbral de la despedida,

detengo mis pasos,

pues tus palabras son un eco en mi alma.

¿Por qué, amor, ocultaste tus sentimientos,

como un tesoro enterrado en la arena?

 

Aún te amor, susurra el viento entre las hojas,

y mi corazón, como un ruiseñor enjaulado, canta.

No olvidé, ni un instante, aquellos momentos,

cuando éramos dos almas danzando en la lluvia.

 

Quise protegerte, como un faro en la tormenta,

de aquellos que amenazaban con herirte.

Pero ahora, en la penumbra de la confesión,

deseo desnudar mi alma ante ti,

sin máscaras ni velos.

 

Muerte, dame tiempo, un último aliento,

para abrazarte como nunca pude hacerlo.

Aún sigo amándote,

como la primera vez que nos vimos en el parque,

bajo el cielo que nos miró.