Esa música de la película me recuerda mi infancia,
mi Asturias natal, mi carácter de bruxa,
ese instinto que me ha salvado siempre de supervivencia,
esa nostalgia nórdica y céltica que me lleva a mí abuela.
Ese Luarca verde, que respira en mi alma,
la brujería propia de mis ancestros y mi tierra,
no esperar ni llevarte sorpresas de la persona,
esa montaña verde que me lleva a la esperanza.
Ese carácter norteño muchas veces me ha salvado,
de brujo, de ver la putrefacción en otro individuo,
de desconfiar y confiar más en mi instinto,
maruxa, en la mitad del cielo.