Quise sentarme a escribir unos versos recordados, hoy que ya me siento inspirado e hice tregua con la poesía.
Escribir sobre la ultima tarde del mes de abril que tu aroma sacudía los rincones del lugar recostada a mi lado, yo saciando mi sed de ti bebiendo el agua de tus labios y corriendo como niño cuando oía tus pasos.
Yo la tuve, la tuve conmigo y cuantas veces desee que asi fuera, enredada sobre mis brazos gruesos mientras que su mirada teñía de esperanza mi ansiedad, y el huracan que arrastraba se secase con el ardiente toque de su piel de avena. Yo apreté su cintura mientras me arropaba su estrecho cuerpo, eramos como los marineros que se prometen tanto amor en los puertos, para luego olvidar las promesas en la lejanía.