Rememoro las noches de antaño
Acompañada tan solo por un libro
Cuando llena de avidez curiosa
Leyéndolos recostada me dormía
Sus ilustraciones eran umbrales
A través de cuyas letras traspasaba
Inmersa en épicas historias y biografías
Me asombraba la intrépida audacia
Por cuanto un colectivo en su arbitrio
Florecía o arruinaba sus imperios
Las gestas heroicas me inspiraban
Por cuanto la pequeñez del individuo
Henchido de anhelos en gigante le convierte
Por cuando armado de valor y de nobleza
Se sobrepone a titubeos y vicisitudes
sacrificando su vida en aras de una causa
La descripción de la naturaleza me extasiaba
Por cuanto la creación divina es infinita
Y poblando de color y forma los elementos
Proveyó cada ser de habilidad y gracia
Como fragmentos perfectos de un todo
Distribuidos sabiamente según su entorno
A pesar de tan vasto trecho
La nostalgia de mi se apodera
Por cuantos niños son negados a la lectura
Y hoy imágenes burdas se les muestra
Los libros que abrieron tiernas mentes
Enalteciendo el mérito, el intelecto y la ética
Relegados y obsoletos poco se propagan
Ahora que atormentada de disputas e inquina
La presunciosa humanidad sufre las secuelas
Su necia actitud perpetúa y no se hinca