Alexandra L

De los Sencillos IX

Contemplo cada mañana
el magnífico esplendor
de ese sol arrobador
que hierve sobre los campos.

La luz  energía y canto
es calidez; es amor,
esa dulce sensación
sobre la piel caminando.

Dura carrera la vida

llena de tortuosas sendas,
más que tediosa seria
si acaso fuera perfecta

Nacen tímidas violetas

en mi sencillo jardín
donde entre aroma y colores
sueño con el porvenir.

Allá en el atardecer

te espero en la fresca brisa
que vuela desde la playa
y besa mi piel cobriza.

Corazón  que me has negado

tres veces y me vuelves a negar,
solo tú sabes tú causa;
Yo tan solo se de amar.

Se aleja mi caballero

en una barca de olvido
su corazón marinero
queda en el puerto conmigo.

Amar, amor de mi vida,

atravesando tormentas,
océanos tan bravíos
entre tu puerta y mi puerta.

Llevo en el alma guardada

esta joya tan valiosa,
tu palabra enamorada
el beso sobre mi boca.